El campeón vigente, Monterrey de México, quiere asegurar un lugar en su tercera final consecutiva dentro de la Liga de Campeones de la Concacaf cuando reciba al Galaxy de Los Ángeles, en la "vuelta" de semifinales.
Rayados sacó una excelente renta de California, sitio donde la semana anterior se impuso 2-1, lo cual los tiene muy cerca de la serie por el título, algo a lo que se han habituado de gran manera.
Los pupilos de Víctor Manuel Vucetich saben que pese a la ventaja con la que llegan nada está escrito y no deben caer en ningún exceso de confianza, al contrario, tienen que encarar este encuentro como si el marcador estuviera empatado.
Para avanzar a la siguiente ronda, a Rayados le basta un triunfo o el empate por cualquier marcador, solo quedarían fuera si caen por diferencia de dos. Una derrota de 2-1 obliga al alargue.
Mientras, en el cuadro californiano son conscientes que necesitan hacer un partido casi perfecto para conseguir el resultado esperado, pues aunque cuentan con la capacidad ofensiva y con un hombre como Landon Donovan, a quien siempre le gusta hacerse notar ante los mexicanos, su defensa no es tan sólida.
El técnico Bruce Arena necesita plantear este juego de manera inteligente, porque cualquier gol en contra sería un duro golpe para ellos, además que será vital abrir rápido el marcador.